Paseo por los alrededores
Del pueblo salen varios caminos a reseñar:
Camino de la Dehesa o mejor llamado Camino a Santo Domingo; camino en muy buenas condiciones por el que se desciende al valle del río Pirón y donde nos encontraremos con la centenaria dehesa comunal de fresnos en la que se mete el ganado en determinadas épocas del año, y que es un vestigio de la gestión comunal del patrimonio desde tiempos remotos; conocida como "La Cerrada", o "La Cerrá", desde siempre se ha establecido un sistema de rotación en la tala de los más de tres mil fresnos centenarios, de tal manera que los vecinos del pueblo puedan abastecerse de leña de un modo sostenible, además de mantener una zona de pastos de verano para el ganado, gracias al antiquísimo sistema de caceras para el riego de la fresneda.
Al final de ésta dehesa que vemos por el lado izquierdo del camino, hay una cascada formada por uno de los arroyos que bajan de la Sierra, muy bonita de ver en los meses de lluvias. El camino en buen estado tendrá una distancia de 3 km más o menos, al final de este nos encontramos una finca, propiedad del pueblo (la finca de Cabanillas), a la que se accede por un portón; aquí suele haber ganado, el punto de referencia es un chozo (caseta donde se resguardaban los ganaderos), se puede abrir el portón y seguir camino campo a través hasta el Molino de Brieva, ahora en ruinas, donde tradicionalmente bajaban los vecinos a moler el grano aprovechando la fuerza del agua del río Pirón.
Camino de la Fuente; es el camino que da nombre a las Casas Rurales, situadas en lo que era el antígüo camino que accedía a la llamada "Fuente Nueva", restaurada a mediados del siglo pasado y hoy en desuso.
Camino de Carrederos; éste camino sale de la calle Real de Arriba, casi enfrente del restaurante la Era y nos llevará en línea recta al pueblo de Torrecaballeros, pero antes de llegar podemos disfrutar reconociendo algunas cosas interesantes:
A un 1’5 km más o menos, a la izquierda, dentro de una finca privada, podemos ver un gran número de POZAS DE LINO bastante bien conservadas (alrededor de 50); desde un principio en la zona se cultivaba el lino, cultivo al parecer introducido por los Romanos; el lino de Segovia era de lo mejor que se recogía en toda Europa, regado con el agua proveniente de la sierra; allí muchas familias de agricultores del pueblo trabajaron esta planta, las pozas están hechas en las cercanías de la cacera (como era lo habitual), para que pudieran llenarse de agua, esta tarea se solía realizar hacia el mes de octubre. El lugar donde se ubican era propiedad del Ayuntamiento y recibía el nombre de “cercas de las pozas”, que eran espacios cerrados al ganado dada la toxicidad de esas aguas para los animales. En ellas, una vez llenas, se sumergían los haces de lino sin la “grana” (la semilla) para que la planta se macerara o “cociera”, durante unas tres o cuatro semanas. El resultado era que se separaban las fibras de la materia cortical, facilitando su posterior tratamiento. Durante mucho tiempo el lino fue en toda Europa la fibra textil más importante después de la lana. La semilla del lino también era útil, se empleada como alimento para el ganado y para hacer aceite de linaza que servía en el alumbrado. Para muchas familias de agricultores el lino era casi tan importante como los cereales, de ahí que siempre que podían lo cultivaban y lo trabajaban a escala domestica.
El lino alimentaba la industria textil de Segovia, que ya había alcanzado fama durante el siglo XIII y que alcanzó un auge muy notable hasta la mitad del siglo XVI, para posteriormente ir decayendo hasta desaparecer totalmente a mediados del siglo XIX.
Un poquito más abajo de las Pozas de lino, el camino hacia Torrecaballeros se cruza con el Camino De San Frutos.. (pendiente explicacion).
Camino de la Higuera o del cementerio; este camino, en la actualidad ya asfaltado, llega a la ciudad de Segovia en 13 km, pasando antes por dos pueblos, la Higuera y Espirdo, un camino por el que podremos ver a 1’5 km y a la derecha el llamado "prao cercao" (prado cercado); si se cruza ésta pradera, el sendero nos lleva a la zona donde se situaba el antígüo poblado de Adradilla, del que solo queda la pila de piedra de (según se dice) la casa del cura; éste poblado se abandonó a principios del siglo XIX debido a una epidemia de peste y sus restantes habitantes se establecieron en Brieva.
Siguiendo el camino dirección a la Higuera a otro km más o menos llegamos a un pinar propiedad del Marqués de Quintanar, haciendo que el paisaje sea diferente al que veníamos disfrutando hasta ese momento. Más abajo se cruza por un puente el arroyo de Polendos, viéndose a la derecha el precioso valle que forma dicho arroyo, por el que discurre la carretera hacia Cabañas de Polendos, que puede tomarse desde el pueblo de La Higuera; ésta carretera cruza más adelante el Monte de Quintanar, también de gran belleza.
Camino de la Lastra; camino que sale de la zona de las eras, pegado al parque infantil y al frontón; este camino nos lleva a Varredondo (de valle redondo), lugar con un encanto paisajístico espectacular, un monte bajo poblado de encinas y enebros; si hay suerte durante el paseo se podrán ver corzos en plena naturaleza.
La cacera de San Medel;
También pasaba por el pueblo la Cacera de San Medel, entraba por el camino de Carrederos y transcurría a lo largo de la Calle Real de Arriba, a través de la Plaza Mayor y por la Calle Real de Abajo, hasta salir por el camino de la Dehesa. Era una conducción de agua de origen medieval (la primera mención documental proviene del año 1290, aunque se desconoce la fecha exacta de construcción), que abastecía de agua a los pueblos de la zona desde una presa del río Pirón, en plena Sierra, a 1315 m de altitud, mediante un reparto por "dientes" que separaban los caudales de agua para cada pueblo. Todavía hoy en día se continúa con la tradición de nombrar varios vecinos de cada pueblo para subir una vez al año, el sábado más cercano a San Juan (24 de Junio), a realizar una limpieza del cauce.